A finales del siglo XII, Puivert se convirtió en el marco de reunión de la intelectualidad europea en materia de cantares de gesta; poetas y trovadores se dieron cita en este castillo para transmitir una forma de vivir: el amor cortesano, protagonizado por un juglar o trovador, que de condición social inferior a la dama a la que cantaba, lograba seducirla con sus palabras y música, en un lenguaje casi espiritual.
Es obligatoria la visita al castillo de Quercorb con su colosal patio de armas.
La sala de los músicos, en la recepción del donjón -35 mts. de altura-, alberga una magnífica iconografía de músicos e instrumentos musicales (laud, viella, gaita, salterio, rabel…) evocadores del esplendoroso pasado de Puivert.
Es obligatoria la visita al castillo de Quercorb con su colosal patio de armas.
La sala de los músicos, en la recepción del donjón -35 mts. de altura-, alberga una magnífica iconografía de músicos e instrumentos musicales (laud, viella, gaita, salterio, rabel…) evocadores del esplendoroso pasado de Puivert.
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